domingo, 27 de abril de 2008

Me colgué...

Los vi caminar descalzos. Sentí sus fríos pies como un disparo. Bala que salió del arma que llevaba uno de ellos en la cintura. Esa que es tan frágil, y tan delgada. Fina, como la línea que los separa de la muerte. Quizás el mejor final. Lo que están buscando. Además de un par de botellas. De esas que vacían en la noche para olvidar. No recordar lo que son ni lo que no van a ser. Después de todo ser o no ser ya no es parte de la discusión. Que siempre se va de tema, y no nos lleva a ningún lado. Un costado más de este cuadrado insensible. Que no siente porque no lo dejamos. Oprimimos el sentimiento y los oprimimos a ellos. Que van caminando descalzos.






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