sábado, 29 de marzo de 2008

Cantores urbanos


Todos cantamos, y eso no es novedad. Canciones de cuna, tango, bolero, pop o rock, sea cual fuere el estilo o autor, salen de nuestra garganta cada día e inundamos la cuidad de desafinados acordes. Pero no es el hecho de cantar, y además saber hacerlo, lo particular, sino cómo lo hacemos.
Hay quienes tararean una canción sin cesar, que probablemente se les haya quedado pegada al oído, y ni siquiera sepan quien la canta. Por ello, como muy lejos están de saber la letra, simplemente encadenan consonantes sinfín, acompañándolo de una misma vocal, con un ritmo parecido al de la melodía que pretenden citar. Sería una cosa así:

(Marcha peronista con “tu”)

“Tu Tututu tututu, tutu tututu tutututu…”

Están los que no contentos con un tarareo poco profundo, cambian la letra original de la canción, por una que más o menos se le asemeje. No importa la coherencia, y mucho menos la rima, la cuestión es darle el ritmo que uno quiere. Después, vale todo.
También habitan las calles de la cuidad, aquellos que se consideran amantes de la música internacional, pero no del idioma. Los mismos inventan un lenguaje único e irrepetible, que no es ni el de origen de la canción, ni el español. Son palabras argentinisadas extensísimas. Suena algo parecido a esto: “Guiar dechempion…” Muchos incluso así lo escribirían si les fuera solicitado.
Ni hablar de los que saben tan bien la letra, que se adelantan en cada estrofa, y siempre se equivocan de parte. Cantan antes el estribillo, o empiezan por el final. En fin, hacen una ensalada. Se terminan enredando entre acordes y contrabajos, en una maraña de palabras.
Hay quienes saben solo un pedazo de la letra, generalmente el estribillo, y se escudan en dicha estrofa para cantándola sin parar, creer que solo esas pocas sílabas conforman la canción. Solo que entonándolas distinto, por momentos. ¡Así sería muy fácil! ¿No les parece?
Por último, se encuentran erguidos, con el pecho inflado, los que levantan la bandera de la dignidad y para evitar papelones, simplemente silban. Es la manera más práctica de salir airoso de una misión tan difícil, como es aprenderse la letra de una canción. Especialmente si no nos gusta, y solo la cantamos de tanto escucharla ¡en cualquier fucking lugar que vayamos!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

dae ñuuu daeeeeee ñuuuuu!!! (hay que añadirle el movimiento del brazo como si flamearamos una bandera)...
Que popular!!! Ya quedo, se instalo el cantico futbolistico para cualquier situacion... muy bueno y recomendado por la Asociacion de Cantiños Futbolisticos Argentiños... Uh que Flash!

Anónimo dijo...

T-A-L-C-U-A-L
ni hablar de las canciones de la cancha!! vivo cantandolas todo el dia!! cuando se te pega... o la de la propaganda de 7up.. je!